Era una tarde
cualquiera del año 97. Estaba
sentado junto con mi hermano viendo tele (18 años después hacemos lo mismo),
cuando de pronto se alinearon los planetas y dimos con Megavisión. Es que en
esos años solo un milagro como la alineación de los planetas hacía posible que
uno se fijara en ese canal. Hoy con las teleseries turcas, es un milagro escapar de MEGA.
Y nos quedamos enganchados. Fue imposible cambiar de canal,
y desde entonces un amor, que se mantiene hasta hoy nació.
Dragon ball era
una weá inexplicable. El fenómeno que ocasionó no se ha vuelto a ver.
El primer gran enemigo que odiamos fue –aunque ustedes no lo
crea- Yamcha. Sí, el humillado
Yamcha fue el primer rival. En aquellos tiempos le temía a las mujeres, cosa
que cambió con el pasar de los años. De todos modos, igual se lo cagó Vegeta.
Luego vino el primer torneo de artes marciales, donde
finalmente cerré mi vínculo emocional
con Gokú, ya que salió segundo, igual que mi querida UC en tantas
ocasiones. Nada que hacer, fan de Goku hasta el fin de los tiempos.
Lamentablemente en Salamanca (Chile, no España) Mega siempre
tuvo terribles dificultades técnicas, así que de un día para otro el canal
desapareció. Toda la saga de la patrulla
roja la vimos con las repeticiones posteriores, pero gracias a una gestión
del alcalde de aquel entonces (que en realidad es el mismo que hay ahora: VIVA
LA DEMOCRACIA) la señal regresó justo para ver el segundo torneo de las artes
marciales, donde el terrible Ten Shin Han venció luego de que Goku fuera
atropellado por Martín Larraín (?).
Impune el atropello, se viene la saga que hizo que me
explotara el cerebro: Piccoro Daimaku.
De un inicio todo fue terrible: muere por primera vez Krilin. Y claro, la primera vez es la que
uno más cariño le guarda, aunque sea una muerte (?) en este caso. Goku corre con lágrimas en los ojos,
prometiendo venganza.
La saga de Piccoro
trajo más muertes que fin de semana largo. Luego caería el maestro Roshi
por fallar al hacer el Mafuba. Minutos después es asesinado Chaoz. Y para más
cagarla, luego de pedir el deseo (juventud eterna) Piccoro Pinochet(?) mata al
Dragon. CTM, en serio yo estaba
destruido anímicamente. Esto se suma a la destrucción de la nube voladora.
Pilares y referentes de mi vida muertos.
Pero el bien siempre triunfa ante mal, menos en el congreso,
y en una batalla tremenda Goku le da un golpe que atraviesa a Piccoro. Pero éste
antes de morir lanza un huevo.
El Dragon es arreglado por Kamizama, la mitad buena de
Piccoro, así que Roshi, Chaoz y Krilin vuelven a la vida. Milagro de Dios.. del
Dios Dragón.
El tercer torneo
fue enorme. Shen, kamizama en el cuerpo de un humano, le rompe las bolas al
pobre de Yamcha, pero luego pierde con Piccoro que hace la REVERSIÓN AL MAFUBA. CTM, qué momento más enorme, no lo vi venir.
En la pelea determinante, Goku y Piccoro jr se enfrentan en una batalla
que deja la cagá. Se echaron toda la ciudad, peor que “bombardeo selectivo” de
Israel. Pero Goku gana en forma heroica, y se transforma en el ganador luego de dos subcampeonatos (aprende
UC)
Los niños son las principales víctimas de robo. Bueno, yo no
era tan niño, pero fui víctima del robo de la extinta SALO, que comenzó a sacar álbumes. Nunca los llené, pero los tuve
todos.
Paralelo comenzaba
Dragon Ball Z. El opening nos dejó para la cagá a mi hermano y a mí. Lo
tarareamos todo el día. No teníamos puta idea de la letra, y no existía
internet en mi casa como para buscarlo #cagamos. La serie se había apoderado de mi vida (amor obsesivo), ya tenía varios posters en
mi pieza y decenas de láminas repetidas. ¿Cómo chucha Salo dilapidó todo ese
dinero?
Goku y Piccoro se unen para combatir a Radits, momento épico y hermoso. Lamentablemente Goku se inmola
para lograr el triunfo, pero gracia a eso, se va a entrenar donde Kaiosama.
Mientras en el colegio hacíamos batallas de conocimientos
para determinar quién sabía más de Dragon ball. Entre más sabías, más “ki” tenías. Estábamos poseídos por
Dragon ball.
Fue ahí cuando mi
vida cambió: un amigo, adelantado a sus tiempos, descargó de internet la
historia completa de Dragon Ball. Yo no pude evitar leer todo, cinco hojas con
un resumen bastante resumido. En
serio, cuando leí el final de GT, casi
casi casi lloré. Por cierto, mi
amigo decidió VENDER LAS HOJAS (qué
gigante Román), y yo le cagué el negocio porque lancé el rumor de que era todo
falso. Estuvimos 4 años sin hablarnos luego de eso #jajaja.
Dragon Ball Z la rompía en la tele. La batalla contra los
sayayin Vegeta y Nappa fue terrible:
Yamcha murió rápidamente (puta la weá), luego Chaoz y finalmente el gigante de
Ten Shin Han.
Pero la muerte que venía me dejó pa la cagá. Nappa lanza un
poder contra Gohan que se queda inmóvil, y cuando parecía que el hijo de Goku pasaba
a mejor vida, se atraviesa Piccoro,
recibiendo de lleno el poder.
Piccoro tiene emotivas palabras para con Gohan, y luego de derramar
unas lágrimas, MUERE. En serio tenía un terrible nudo en la
garganta. Piccoro se había
convertido en un gigante para mí. Se ganó mi corazón.
Vegeta y Goku se
enfrentan en una pelea épica. Al final ambos quedan pa la cagá. Cuando el
príncipe Sayayin está apunto de huir, con Krilin listo para matarlo, Goku le
pide a su calvo amigo que lo deje ir. Se salvó Vegeta.
La saga Freezer tuvo de todo. Pero vivimos una tragedia terrible. Justo cuando iba en la mitad,
cerca de la aparición de la Fueras Especiales Guinyu, Mega comenzó a emitir el
primer episodio de Dragon Ball Z. Al parecer el doblaje todavía no estaba
listo. Lo peor de todo es que esto pasó en tres ocasiones (creo), que para mí
fueron como mil. Llegaba a la mitad de la saga Freezer y de nuevo al primer
episodio. Y se venían meses de espera. Pero no hay mal que dure mil años, y Mega comienza a emitir los nuevos episodios.
Eran los 2000, sobrevivimos al fin del milenio.
Muere Vegeta y le pide a Goku que vengue a su raza. Cuando
parecía que Freezer estaba derrotado por una Genkidama, aparece desde la nada y MATA A KRILIN.
Goku lleno de ira por la muerte de su amigo se convierte en SUPER SAYAYIN, lo que nos dejó a mi
hermano y a mi extasiado. Hasta quisimos teñirnos el pelo, pero menos mal
contábamos con una madre que ponía la cordura en el hogar. Ese episodio fue el
más visto de la serie en Chile, con más de 20 puntos.
Ya teníamos como cinco álbum(incompletos), siete películas
en VHS dobladas en España, varios casettes y 10 posters de Dragon Ball en la pieza, cuando
llega la saga de CELL. Pero ocurrió otra
tragedia: mi tele 14 pulgadas IRT cagó. Comenzó con una franja negra, que
terminó en la pantalla negra. NO TENÍA TELE, y se venía un capítulo clave: LA
APARICIÓN DE TRUNK.
Le lloré a un amigo (aguante Jorge), y el wn me invitó a su casa SOLO PARA VER EL CAPÍTULO. Cuando Trunk
mata a Freezer tuve que contener las lágrimas, porque no estaba en mi casa. Mi
hermano, en mi casa, apenas logro distinguir la escena (jajaja).
Cell logra absorber a 17. En un acto heroico Ten Shin Han se enfrenta a Cell con el Kikohu, pero cae desvanecido. Finalmente Cell se perfecciona #cagamos.
Luego de inmolarse Goku, Cell regresa y mata a Trunk. Vegeta al ver a su hijo muerto, se lanza en forma suicida contra Cell. Debo reconocer que ese gesto de cariño, el primero que se le veía a Vegeta, que conmovió en demasía.
Luego de inmolarse Goku, Cell regresa y mata a Trunk. Vegeta al ver a su hijo muerto, se lanza en forma suicida contra Cell. Debo reconocer que ese gesto de cariño, el primero que se le veía a Vegeta, que conmovió en demasía.
Finalmente Cell es derrotado, y para mí, Dragon Ball
comenzaba a terminar.
Me convertí en un
adolescente, y la Saga de Majim Boo se tornó eterna. Es larga en sí, pero
además, pasó lo mismo que con Freezer. Llegaban a cierto punto y se regresaban
a la emisión del primer capítulo. Eso y mis preocupaciones de adolescentes,
hablo de las espinillas, porque de mujeres NADA, hicieron que me distanciara de
la serie, lo que no evitó que casi
llorara cuando Vegeta se suicida por sus seres queridos. Hermoso momento.
Dragon Ball Gt es cualquier cosa, y si bien en las
repeticiones la he visto, en su emisión original no lo vi. Estaba en otra cosa. Había una chiquilla
que me guiñaba el ojo en el colegio, aunque luego descubrí que tenía un tic
nervioso.
Un tarde del 2003 llegué a mi casa desde el colegio y decidí
encender la tele (6 años desde la primera vez con Dragon Ball). De casualidad me encontré con la emisión
del episodio final. Al darme cuenta, me senté impactado (nunca la había
visto, no existía youtube).
Al terminar el capítulo, y a pesar de que no veía la serie
hace rato, sentí que una parte de mí había terminado. “Nos divertimos mucho en compañía de Goku”, dice el relator, para luego rematar con un certero golpe al corazón "la historia de Dragon Ball, ha llegado a su fin".
Suspiré con resignación y nostalgia.
Comenzaba el Chavo el 8 y apagué la tele.
Quince intentos de
suicidios desde entonces han sido el resultado. Pero desde que tengo cable,
y puedo ver Dragon Ball y Dragon Ball Z en ETC, las ganas de morir han mermado.
Si hasta la bazofia Z Kai veo. Incluso
el 2013 fui al cine para ver “La batalla de los Dioses”
Esto fue como un pololeo que duró 6 años, y desde entonces, miles de
recaídas.
Aguante Dragon Ball. Siempre te amaré
1 comentario:
Más allá de esos grandes momentos hay pequeñas escenas que encuentro hermosas como cuando Goku se entera de la muerte de Roshi y recuerda el entrenamiento :')
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