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sábado, 6 de agosto de 2016

Una historia de amor: DRAGON BALL SUPER Y YO



En febrero del 2015 abrí mi corazón (ver acá) y hablé sobre un gran amor: Dragon Ball.
Cuando GT terminó (2003) sentí que parte de mí se había acabado para siempre, y que solo viviría de la nostalgia eterna por todos los momentos que viví durante tantos años.
Nunca pensé que 12 años  después de esa dolorosa ruptura amorosa, Dragon Ball regresaría a mi vida gracias a la insaciable  ganas de lucrar de Toie Animatión.
En un principio me opuse rotundamente. Hay que dejar ir al amor de la vida, regresar solo por la nostalgia no es una buena idea. Es mejor quedarse con los recuerdos  y dar vuelta la página…
Además, con la aparición de Super GT dejaba de ser canónico, por lo que cosas como el emotivo final, quedaban en el limbo para siempre...
Pero el hombre es débil, y rápidamente Super me conquistó.
La historia de amor con Dragon Ball que pensé extinta, sigue viva y parece que tiene para rato…

 Dragon Ball Super ha ido de menos a más, y no es una frase cliché. No le fue fácil reconquistarme..
Resumiría  este nuevo idilio en tres etapas.
En la primera vimos dos arcos, que son virtualmente lo mismo que conocimos en las películas Batalla de los Dioses y la Resurrección de Freezer, pero con una animación deplorable y  por momentos ridícula.
Fue ahí cuando gran parte de los fan abandonaron la serie, con el corazón roto y decepcionados de la calidad de animación que Toie Animation estaba llevando a cabo. Además, no había ninguna gracia en ver lo mismo que disfrutamos en el cine, cuevana o Netflix.
La segunda etapa posee dos sagas, o una saga  y media. La primera es el torneo entre el sexto y séptimo universo, que es para mí es el real inicio de la serie, y fue dónde Super me conquistó. Acá descubrimos que existen 12 universos, y que cada universo tiene uno paralelo.
Las batallas que se dieron entre ambos universos fueron de alto nivel y muy entretenidas. Cada rival tenía sus propias características de combate, lo que hizo que cada pelea tuviera su “gracia”.
 Para destacar los batallas entre Vegeta y Kaybe, donde por primera vez vemos al príncipe Saiyajin como un maestro, a su estilo claro está,  y Goku contra Hit, donde disfrutamos el épico Super Saiyajin Azul con el Kaioken elevado por diez #orgasmo.
Luego de eso vino un relleno que recordó mucho a GT, donde Goku se enfrenta a un clon de Vegeta. Fueron cinco episodios que eran el preludio a lo que todos esperábamos: el anunciado regreso de Trunks...
Es acá donde comienza la tercera etapa de la serie y el cambio se notó de inmediato. Super había transcurrido entre el humor y batallas entretenidas, lejos de tener mucha épica, solo en el desenlace del combate  contra Hit había algo de eso. En el fondo, poco y nada se jugaba en el torneo entre universos, eran como partidos amistosos de la selección.
Pero desde que comenzó la saga de  Trunks , capítulo 47, todo cambió. De inmediato se nos presenta  un futuro apocalíptico,  mucho peor al que vimos en la película de Gohan y Trunks, cuando los androides mataron a todos, quedando solo esos dos guerreros vivos.
El sombrío futuro  se ve acompañado por nueva musicalización para las batallas, mucho más épicas, emotiva  y oscura de lo ya visto en la serie. Y lo más importante, la calidad de la animación es casi perfecta. Cada edificio destruido está bien dibujado, y no es chiste.
La historia del Trunks del futuro  es todavía peor a lo que vimos con los androides. Ya sin guerreros Z vivos, ahora las víctimas son su polola (¡!!) y su mamá (sí, Bulma muere y de forma brutal).
El dramatismo es constante. Trunks sin posibilidades algunas de luchar contra el nuevo enemigo, regresa a duras penas al presente para buscar ayuda. A penas despierta y ve a Goku, le lanza un combo que deja  a todos sorprendidos.
Es que el nuevo rival  es Black, un personaje idéntico a Goku, y Trunks ve en él al enemigo que destruyó por  completo su vida.
Esta nueva etapa de Super parece recuperar la esencia de Z, algo extraviada por un enfoque más liviano y humorístico, que si bien cumplía en ese sentido, dejaba a muchos fan con algo de nostalgia, esperando combates en los que el futuro de la Tierra realmente corriera peligro, con enemigos que no tuvieran piedad en matar porque sí, y que genera una real incertidumbre de ¿Y cómo cresta van a derrotar a este weon?
Todo parece indicar que ahora comienza una saga en serio y que tiene muchos misterios por desentrañar
¿Quién carajo es Black?
¿Por qué es igual a Goku?
¿Se mandó un cagazo Bardok y tiene tres hijos?
¿Por qué tiene ese arete?        
¿Cuál es la relación entre Zamasu y Black Goku?
¿Van a pelear en el futuro o en el presente?
¿Por qué Trunks del presente se ven tan pelmazo al lado del Trunks del futuro?
¿Y por qué diablos tiene el pelo azul? ¿Se tiñe?

Gracias por existir Dragon Ball. He vuelto a creer en el amor…

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